lunes, 10 de febrero de 2014

Poema de Lope de Vega

ENCARECE SU AMOR PARA OBLIGAR
A SU DAMA A QUE LO PREMIE 


Juana, mi amor me tiene en tal estado, 
que no os puedo mirar, cuando no os veo; 
ni escribo ni manduco ni paseo, 
entretanto que duermo sin cuidado. 

Por no tener dineros no he comprado 
(¡oh Amor cruel!) ni manta, ni manteo; 
tan vivo me derriega mi deseo 
en la concha de Venus amarrado. 

De Gracilazo es este verso Juana: 
todos hurtan, paciencia, yo os le ofrezco. 
Mas volviendo a mi amor, dulce tirana, 

tanto en morir y en esperar merezco, 
que siento más el verme sin sotana, 
que cuanto fiero mal por vos padezco. 


A LA NOCHE 


Noche fabricadora de embelecos, 
loca, imaginativa, quimerista, 
que muestras al que ti su bien conquista, 
los montes llanos y los mares secos; 

habitadora de cerebros huecos, 
mecánica, filósofa, alquimista, 
encubridora vil, lince sin vista, 
espantadiza de tus mismos ecos; 

la sombra, el miedo, el mal se te atribuya, 
solícita, poeta, enferma, fría, 
manos del bravo y pies del fugitivo. 

Que vele o duerma, media vida es tuya; 
si velo, te lo pago con el día, 
y si duermo, no siento lo que vivo. 

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